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JUNTAS FAMILIARES A LA MANERA DE DISCIPLINA POSITIVA


¡Hola! Me llamo Carla Herrera, soy entrenadora de Disciplina Positiva pero ante todo soy mamá, y desde este lugar quiero compartirte una herramienta de este hermoso programa que me ha ayudado no solo a mejorar la conexión y comunicación con mi familia, sino también a encontrar soluciones conjuntas a diferentes situaciones y retos que nos toca vivir; se trata de las “juntas familiares”.

A continuación, te explicaré cómo se realiza una junta familiar de Disciplina Positiva y cómo la puedes poner en práctica en tu hogar para beneficiarte con sus resultados. ¡Vamos a ello entonces! Y para empezar lo primero que debemos preguntarnos es…

¿Para qué sirven las juntas familiares?

El principal objetivo de una junta familiar es crear o potenciar el sentido de pertenencia a la familia, es decir, sentirnos verdaderamente parte de nuestro clan y establecer conexión con los otros porque eso es lo que nos hace sentir amados y reconocidos; valores humanos que tanto necesitamos sentir grandes y chicos y hoy por hoy más que nunca!

El segundo objetivo es contar con una herramienta para solucionar problemas que estén relacionados a asuntos propios de la familia. La lista de ejemplos puede ser tan amplia como familias hay, pero para darte una idea, en una junta familiar se puede trabajar asuntos muy sencillos como por ejemplo ponerse de acuerdo para un paseo familiar de fin de semana, hasta asuntos más complejos de cómo organizar una mudanza o un cambio importante que hará la familia. Los asuntos son variables porque dependen de lo que vaya surgiendo en cada familia, y es responsabilidad de los adultos discriminar -según su naturaleza- entre los temas a tratar para saber cuáles son pertinentes para abrir e involucrar a los niños (y otros miembros de la familia) y cuáles no.

¿Quiénes participan en una junta familiar?

Todos los integrantes que conviven de manera permanente en un hogar. Según cómo esté estructurada cada familia, podrán ser padres e hijos y toda persona que participe activamente de las dinámicas familiares diarias como abuelitos, nanitas, etc.

Dadas las habilidades que requiere una junta como hablar, expresar agradecimientos, dar y seguir instrucciones, pensar soluciones, etc., de manera activa participan los padres (o adultos a cargo) y los niños mayores de 4 años. Los niños menores a esta edad, es bueno que también sean parte aunque -por razones propias de edad y desarrollo- lo hagan de manera más pasiva. Tal vez estos pequeños puedan estar jugando a un lado, dibujando, o en brazos de alguno de sus padres simplemente observando lo que sucede. Estar todos presentes es importante porque reafirma emocional y visualmente la idea de familia.

¿Cómo se inicia una junta familiar?

Una junta familiar siempre, siempre (esto es importante), debe empezar por dar agradecimientos o reconocimientos. ¿Y cómo es esto? Sencillamente, es agradecerle o reconocerle a cada miembro algo que hizo por los demás, por ejemplo: “Gracias Martín por ir al súper cada semana”, “Gracias Ana por organizar a los niños para el inicio de clases”, “Reconozco tu esfuerzo hijo por adaptarte a aprender de esta nueva manera ”, “Gracias Paty por ayudar a alimentar al perro todos los días”.

Los padres empiezan dándose un agradecimiento o reconocimiento mutuamente y luego lo hacen con sus hijos. Como esto es algo nuevo, suele pasar que en las primeras juntas los niños no sepan cómo dar agradecimientos o no se sientan listos para hacerlo, así que no hay que presionarlos y confiar en que aprenderán a su ritmo con el ejemplo de sus padres o cuidadores.

¿Y luego de agradecer, qué sigue?

Si los padres están de acuerdo sobre el tema que van a tratar en la junta porque consideran que es una buena oportunidad para involucrar a los niños con la finalidad de escuchar sus ideas, hacerlos sentir importantes y darles la oportunidad de ir desarrollando habilidades de vida como lo es la resolución de conflictos, se procede a hacer entre todos (padres e hijos) una simple lluvia de ideas de posibles soluciones al problema.

Es muy importante que no se generen discusiones o conflictos respecto a las ideas aportadas porque esto hará que las personas se empiecen a sentir incómodas, enfadadas o inadecuadas y no querrán ser parte de siguientes juntas. Recordemos que el objetivo principal de una junta familiar de Disciplina Positiva, es generar pertenencia y conexión y a partir de ahí, tratar de encontrar una idea que sea respetuosa para todos, la cual sale por votación y se pone a prueba por cierto tiempo. Esta flexibilidad de tiempo, ayuda a estar menos propensos a pelear y a estar tranquilos de que las ideas pueden cambiarse por otras de la lista (o una nuevas) si no funcionan.

¿Con qué frecuencia deben realizarse las juntas y cuánto duran? Jane Nelsen, co-creadora del programa Disciplina Positiva, nos invita a practicar juntas una vez a la semana, sin embargo, es libertad de cada familia establecer su frecuencia de acuerdo a sus posibilidades. Deben durar entre 15 y 30 minutos idealmente.

¿Cómo termina la junta? La junta debe terminar de manera amena para cerrarla precisamente con ese bonito sentimiento de sabernos y sentirnos parte de una familia. Puede organizarse un juego de mesa, cantar una canción, hacer una oración, comer una merienda o lo que cada familia considere de acuerdo a sus posibilidades, cultura o gustos.

Antes de despedirme, quiero compartirte un fabuloso tip que surgió en el

que impartí recientemente, para iniciar tus juntas familiares de manera fácil e ir progresando paulatinamente en su realización, puesto que empezar a practicarlas de manera completa podría ser difícil para familias que están teniendo su primer acercamiento al programa Disciplina Positiva.

Se trata de empezar por practicar simples “Rondas de agradecimientos”, es decir, juntarse una vez a la semana en familia y practicar dar agradecimientos y reconocimientos entre todos. Esta práctica por sí sola es tan poderosa y bonita por lo que nos hace sentir, que seguramente todos estarán ansiosos por volver a juntarse!

Espero que esta información te sea de tanta utilidad como ha sido en mi familia.

Bendiciones,

Carla Herrera

Entrenadora de Disciplina Positiva en la Familia

Entrenadora de Disciplina Positiva en la Primera Infancia

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