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Cómo hablar a un niño enfadado

Todos los niños en algún momento u otro se enfadan y se irritan, eso es algo normal. Pero no todos saben controlar sus ataques de ira o sus temidas “rabietas”, por eso son los padres y educadores los que deben ayudarles en esta tarea, que no deja de ser un aprendizaje para una vida adulta saludable y feliz.


Como padres, sentamos las bases de las habilidades para manejar nuestras emociones frente a un arranque de ira. Así que, la próxima vez que debamos enfrentarnos a una rabieta de un niño, o a un desaire de un adolescente, podemos utilizar alguna de las siguientes frases, dependiendo de cuál sea la situación:




1.- En lugar de: ¡Deja de tirar cosas! Prueba esto: Cuando lanzas tus juguetes, pienso que ya no te gusta jugar con ellos. ¿Es eso lo que está pasando?


Esta técnica está diseñada para facilitar la comunicación de los sentimientos de una manera menos conflictiva. Esto no sólo ayuda a mantener las líneas de comunicación abiertas, si no que ayuda a modelar la forma de expresar una situación desde nuestro punto de vista, y a su vez le da al niño la oportunidad de reformular los acontecimientos desde otra perspectiva.


2.- En lugar de: Los niños grandes no lloran/gritan/etc. Prueba esto: También los mayores nos sentimos así a veces. No te preocupes, estos sentimientos pasarán y luego te encontrarás mejor.


Seamos honestos. A más edad, más grandes son los problemas a los que nos enfrentamos y nos sentimos también mal. Decirles a los niños que los mayores no experimentan ira, frustración o ansiedad es simplemente falso. Tampoco es sano evitar o reprimir las emociones, lo que debemos enseñarles es a procesarlas de una manera saludable.


3.- En lugar de: ¡No te enojes! Prueba esto: Yo también me enojo demasiado a veces. Vamos a probar nuestro grito de guerra para conseguir controlar un poco mejor estos sentimientos de rabia.


Un estudio reciente revela que gritar cuando estamos heridos físicamente, en realidad puede interrumpir los mensajes de dolor que se envían al cerebro. A pesar de que nuestro hijo puede estar sintiendo mucho dolor, un grito guerrero puede ayudar a liberar esta energía de una manera más lúdica.

Elige un grito guerrero o mantra junto con tu hijo para que os sirva de recurso en estas ocasiones.


4.- En lugar de: ¡No te atrevas a pegar! Prueba esto: Está bien estar enfadado, pero no voy a dejar que pegues. Tenemos que mantener la seguridad de todos.


Esto ofrece el mensaje de que sentir esta emoción está bien, pero la acción no lo es. La separación entre ambos conceptos le ayudará a aprender a hacer lo mismo.


5.- En lugar de: ¡Lávate los dientes ahora mismo! Prueba esto: ¿Quieres cepillar los dientes de Teddy primero o los tuyos?


Para los niños pequeños, las rabietas son una forma de ejercer control sobre su entorno. De esta manera, se le está ofreciendo una elección, y a su vez, un cierto control de una pequeña situación.


6.- En lugar de: Cómete toda la comida o vas a irte a la cama con hambre. Prueba esto: ¿Qué podemos hacer para que tu comida esté deliciosa?


Esto invita al niño a encontrar una solución y puede animarlo a comer su comida.


7.- En lugar de: ¡Tu habitación está horrible! No saldrás de aquí hasta que no esté limpia y ordenada. Prueba esto: ¿Qué tal que empezamos a limpiar este rincón de tu habitación? Te voy a echar una mano.